No es ningún secreto: los gatos son animales de costumbres. Son muy sensibles a cambios en su rutina, y más si tienen que ver con temas de olores y texturas.
La idea de cambiar de arena parece un proceso muy sencillo, pero lo cierto es que puede llegar a ser un cambio delicado para tu felino.
Entonces, ¿cómo hacer la transición de la mejor manera? ¡Sigue leyendo y te contamos!
Lo primero es entender por qué hay que tratar este cambio con delicadeza:
El arenero es el espacio seguro de tu gato. Si de un día para otro modificamos por completo la arena, puede causarle rechazo, estrés y, en algunos casos, una motivación para buscar una alternativa en otro rincón de la casa, (¡lo que queremos evitar!).
📝Consejo 1: Introduce la nueva arena poco a poco
Ve mezclando la arena actual con la nueva.
Empieza colocando un 25% de arena nueva en el arenero y un 75% de la habitual.
Durante los siguientes días, observa el comportamiento de tu gato. Si lo acepta, ve aumentando la proporción cada dos o tres días. Un 50%-50%, luego un 75% y finalmente al 100%. Tardarás entre una o dos semanas, ¡ármate de paciencia!
📝Consejo 2: Evita sobrecargar con nuevos olores
Una de las causas más frecuentes de que el cambio de arena no salga bien es un tema de olores. Aunque nosotros no lo percibamos, los gatos son capaces de identificar un cambio de olor de una arena a otra, y más todavía si estamos cambiando de una arena con aroma de lavanda a otra con aroma de aloe vera, por ejemplo.
¿La solución? Realizar el paso 1 con más delicadeza, paciencia y espaciando más los días de aumento de proporciones.
También es una opción ideal realizar un cambio a una arena libre de aromas, como podría ser una arena de Carbón Activo que, sin incluir un perfume, actúa como neutralizador de olores gracias a su composición.
📝Consejo 3: No cambies el arenero de lugar
¡Los cambios de uno en uno! Cambiar la arena y mover el arenero al mismo tiempo puede ser demasiado para tu gato.
Mantén el arenero en el mismo sitio durante toda la transición. Una vez que tu gato se haya adaptado a la nueva arena, dale al menos una semana de margen antes de cambiarla de ubicación.
📝Consejo 4: Mantén la limpieza diaria
Un aspecto clave para que tu gato acepte cualquier arena es mantenerla apetecible para él. Sé constante y retira los desechos aglomerados cada día.
Aquí es donde destaca la importancia de una arena con buena aglomeración, ya que facilita el mantenimiento del arenero en las mejores condiciones para el animal.
¡A todos nos gusta encontrarnos el baño limpio!
¿Y si el gato no acepta la nueva arena?
Incluso siguiendo todos estos consejos al pie de la letra, puede ocurrir que el gato se rebele. No te preocupes:
- Vuelve atrás un paso en la transición. Si estabas en un 75% de arena nueva, reduce al 50%. Esto va de negociar.
- Prueba otro tipo de arena (por ejemplo, prueba a usar un lecho vegetal si el de bentonita no es del agrado de tu gato).
- Revisa que no existan factores externos: estrés en casa, cambios en la rutina, o incluso problemas de salud que puedan influir en su rechazo.
Lo más importante es no castigar ni forzar al gato, ya que esto solo generará más rechazo. La paciencia es la clave, y ellos son dueños de sus tiempos.
📌Tips adicionles:
- Mantén siempre un segundo arenero con la arena antigua si tienes espacio en casa. Así tu gato tendrá alternativas mientras se adapta.
- Observa su lenguaje corporal: si rasca, entierra y usa la arena, ¡vas por buen camino!
- Refuérzalo positivamente con cariño, un snack o juegos después de que use correctamente el arenero.
Cambiar de arena no tiene por qué convertirse en una pesadilla.
Con paciencia y “Estrategias de Negociación Felina” conseguirás que tu gato acepte el cambio sin problemas.
¡A por ello!